Chariots of Fire (Carros de fuego en España, y Carrozas de fuego en Hispanoamérica) es una película británica de 1981, dirigida por Hugh Hudson. Basada
en la historia real de los atletas británicos preparándose para competir en los Juegos Olímpicos de París 1924. Es, así mismo, el título del álbum con la banda sonora original de la película, compuesto por Vangelis.
Argumento
Gran Bretaña, 1920. Dos legítimos corredores de diferentes clases sociales
Harold Abrahams (Ben Cross) y Eric Liddell (Ian Charleson) se entrenan con un
mismo objetivo: competir en los Juegos Olímpicos de París 1924.
Eric es un
cristiano evangélico de la iglesia reformada de Escocia y sus
padres son misioneros en China. Ha nacido en China pero ha vuelto a Escocia
para estudiar, y ha llegado a ser un famoso jugador de rugby. Su fama como
deportista excepcional más su simpática personalidad y su desenvolvimiento como
un predicador del evangelio en contacto con la gente hacen de Eric un personaje
de excepcional talla: famoso pero humilde, conocido por todos pero también accesible a todos, querido por los niños y por los grandes...
Cuando finaliza
la película se informa que Eric murió después de la Segunda Guerra Mundial en la China
ocupada y que toda Escocia lo lloró. Eric aparece como un cristiano humilde y
satisfecho en Dios que, con gran clarividencia y fe, entiende que la voluntad
de Dios para su vida es ser misionero en la China, pero que además Dios se complace con que él corra y use sus dones como corredor, lo cual
deberá hacer antes de dirigirse a su destino final en la China. Pero Eric no solo
es un veloz corredor.
Harold Abrahams,
también es un personaje conmovedor, en agudo contraste con Eric, en su condición de judío, Harold percibe que no cuenta con el beneplácito de los ingleses (en una Inglaterra a la
que él llama anglosajona y cristiana). Harold posee una personalidad marcada por
un complejo de inferioridad social, agravado por ser una persona sensible e
inteligente. Harold encuentra una solución a su necesidad de aprecio en ser un famoso
corredor. Cuando entra en el Caius College de la Universidad de Cambridge, bate
el récord de velocidad tradicional de la universidad. Más adelante, con tres compañeros de Cambridge, llegarán a formar parte del equipo olímpico, en el cual también se integrará Eric Liddell.
El clímax de la participación en las olimpíadas muestra un Harold Abraham cumplido y
satisfecho, que vuelve con una medalla de oro y el aprecio de toda Gran Bretaña, a encontrarse con su fiel novia que sería su esposa.
Y termina con
Eric Liddell que alcanza toda su talla como héroe.
Espectacular!!! Una melodía que hace soñar, una melodía que me trae buenos y viejos recuerdos!....siempre la utilizaba cuando estaba de bajón y quería resurgir...VIVA LA MÚSICA Y VIVA BECKY!!
ResponderEliminarMuchas gracias, sobre todo que viva la musica. La vida seria un como un desierto, si no existiese un mágico acorde, cual oasis, diese vida a la más árida de las tierras.
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