Claro de Luna - "Quasi una Fantasía" (2002)

Claro de Luna - "Quasi una Fantasía" 

(1º movimiento) (Beethoven)

   Los condes de Brunszvik a través de su hija Teresa, invitaron a Beethoven a una agradable velada en su hacienda. Había sido profesor de piano de casi todas las hijas de la condesa, y existía por lo tanto una gran amistad, resaltando especialmente la que mantenía con Teresa, ella siempre le decía que, cuando componía, transmitía las sensaciones que en aquél momento llevaba dentro, exteriorizando con la música todo el sentimiento que guardaba en lo más profundo del alma, dignificándolo.

   "-Tus composiciones alteran el espíritu más superficial -me decía, exaltada-, haciendo sentir emociones inexplicables, tristes o alegres, angustiosas o regocijantes, y cuesta imaginar verte sentado al piano, fríamente, preocupado solamente por lograr la perfección absoluta y alcanzar la máxima expresión y armonía de las notas, acertadamente agrupadas."

   Cuando asistió a la velada encontró entre los asistentes a la musa que inspiraría a partir de aquel momento tantas y tantas veces la música que llevaba dentro. Acababa de conocer a Giulietta Guicciardi.

   A Beethoven le resultó bellísima, con unos ojos azules intensos, morena pero pálida, con el cabello corto. Desde ese instante creyó poder alcanzar la felicidad.

   Comenzó a impartirle clases de piano, y también ella se fue enamorando, tenía 16 años mientras el rondaba los 33.

   Esa relación al comienzo de ensueño, fue deteriorándose al ir conociendo Beethoven a una Giulietta llena de vanidad y egoísmo y ante la imposibilidad de dominarlo terminó casándose, tal vez por despecho, con el conde de Gallenberg, director de la Ópera de Viena. 

   La sonata, denominada originalmente "Quasi una Fantasía" tomó el nombre de "Claro de luna" a raíz de una crítica musical de Ludwig Rellstab, el cual hizo comparar la bella sonata con un claro de luna sobre el Lago de Lucerna.