domingo, 27 de julio de 2014

Celebre Serenata - Franz Schubert (2002)

Celebre Serenata - Franz Schubert

   Recuerdo de una infancia. Un órgano antiguo, de teclas casi amarillentas, una reunión familiar agasajada por la atención de una madre que siempre atendía el detalle...y unas notas que empezaban a sonar. Esa voz de barítono inconfundible que escuchaba al unísono de la melodía me hacia siempre revolotear al lado del teclado, ¿como puede tocar, cantar, gesticular y enlazar un tema con otro, anunciando mientras sonaban los primeros acordes, de la melodía que se trataba? 

   Escenas que han quedado grabadas en mi retina como fotografías de antaño y en cuyo álbum, cuando acude a mi memoria, al cerrar los ojos, repaso como si fuese una actual presentación de powert point, sin que deje de sonar melodías como la que anexo.

   Somos las personas, las que con nuestros actos, y el día a día vamos componiendo la banda sonora de nuestro recuerdo.




Franz Schubert. Compositor Austriaco. El duodécimo hijo de 13 

Conceptualizaba las melodías en su cabeza y es por lo que le resultaba aburrido escribirlas. Independientemente de sus sinfonía, óperas, misas, sonatas... compuso gran variedad de obras para canto y piano, denominadas Lied (canciones) 


CELEBRE SERENATA

Quedo implorando mis canciones
A ti a través de la noche;
Abajo, en la tranquila arboleda,
¡Amada, ven a mi lado!

Murmurantes, esbeltas copas susurran
A la luz de la luna,
El acecho hostil del traidor
No temas, tú, amada.

¿Oyes gorjear a los ruiseñores?
¡Ay! Ellos te imploran,
Con el sonido de dulces quejas
Imploran por mí.

Comprenden el anhelo del pecho,
Conocen el dolor del amor,
Conmueven con los argentinos sonidos
A todo tierno corazón.

Deja también conmoverse tu pecho,
Amada, escúchame;
¡Trémulo aguardo el encuentro!
¡Ven, hazme feliz!

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